viernes, 9 de julio de 2010

Día #23: San Francisco

Hoy ha sido un día completo. Nos lo hemos pasado genial. Para empezar, desayuno en la zona financiera, entre gente que entraba a trabajar en unos edificios super chulos.

Uno que nos ha llamado la atención, es el de Wells Fargo, con la diligencia que utilizaban hace años, cuando el ferrocarril no existía. Muy gráfico. Por cierto, hacía un frío del carajo, no más de 13ºC.

Después, y cuando la niebla dejaba pasar tímidamente algún rayo de sol, nos hemos 'introducido' en Chinatown. Se trata de la comunidad china más grande fuera de China. Una pasada. En comparación con el de New York, nos ha parecido más grande, menos turístico. En otras palabras, más auténtico.

Hemos realizado un recorrido en parte alternativo, intercalando zonas con múltiples tiendas un poco más turísticas, con otras en la que solo había gente local y hasta nos hemos acercado a ver 2 templos budistas en sendos cuartos pisos de dos edificios (a los que los turistas ni se acercaban). Incluso, Susana ha sugerido entrar a comer en un local en la que nos han mirado un poco raro, y en el que la comida ha sido un plato del menú del día. Roberto se ha acordado de la madre de alguno de los cocineros, con el picante de sus noodles con beef !!!

Después, hemos pasado por delante de la famosa librería City Lights, que concentró el movimiento beat de los '50. Algún ejemplar acabará en las estanterías de nuestra casa en Bilbao.

Muy cerca, North Beach, que no se trata de otra playa con vistas sobre la Bahía de San Francisco, sino que es el barrio italiano de la ciudad. Pizzerias, cafés, trattorias,...

En lo alto se distinguía la Coit Tower, y hasta allí nos hemos ido, subiendo por estas endiabladas cuestas. La torre, con forma de boca de manguera en homenaje al cuerpo de bomberos, presenta unos murales de la vida en California a lo largo de los años, dignos de mención.


Desde allí, hemos bajado al Embarcadero, donde se concentran los Pier. Muertos de frío por el viento y la niebla que se volvía a echar sobre nosotros, hemos llegado al Pier 39, donde se centra la actividad de los turistas y también de los sea lions (vamos, las focas de toda la vida): ¡ pero cómo le gustan a Susana estos animalitos !


Y como colofón a tan ajetreado día, teníamos reservada la visita nocturna a "La Roca". La vista de la prisión más famosa del mundo, según te ibas acercando ya impresionaba. Pero es que el interior de Alcatraz, nos ha dejado sin habla. A Roberto que tanto le gustan las películas de prisiones, fugas y demás, ver las celdas de los presos, la zona de aislamiento, el patío de 'recreo', escuchar el abrir y cerrar automático de uno de los alas de la prisión,..., le ha supuesto un hito en el viaje. La visita es 100% recomendable para todo aquel que se acerque a San Francisco. Y también recomendamos coger esta visita nocturna, ya que te permite además disfrutar del skyline de la ciudad en el viaje de regreso. Ah, y si alguién se pregunta qué pasa con el Golden Gate, hemos de decirle que la niebla lo cubre casi todo el día, así que ni aparece en las fotos.